Cake de zanahoria, naranja y pecanas
Si mis maestros de panadería y pastelería me vieran hacer un queque en un procesador de alimentos, es muy probable que me miren con ¨cara de poker¨. Es cierto que no es común utilizarlo para hacer este tipo de masas, pero a mi me resulta muy práctico, cómodo y rápido! Qué les puedo decir?
Tuve mi procesador por varios años acumulando polvo sin darle un uso importante, solo lo sacaba cuando tenía que picar muchas cebollas (con esa idea me quedé desde niña, ¿quién se acuerda del famoso ¨Pica Todo de Moulinex¨?, era de color anaranjado y en mi casa lo usaban para picar cebollas y nada más, la mayoría del tiempo, estaba perfectamente guardado en su caja original en la parte más alejada de la alacena).
Nacieron mis hijos y empecé a usarlo con más frecuencia para preparar las papillas. Estaba fascinada con la potencia del motor y la fuerza de sus afiladísimas cuchillas.
¿Para qué fue diseñado el procesador de alimentos?
Mi respuesta inmediata sería, ¨para hacernos la vida más fácil¨ pero mi alma de reportera me lleva a Wikipedia, y me entero que fue diseñado para la industria del catering por el francés Pierre Verdun en los años 60s, quien trabajaba precisamente en una empresa de catering y se daba cuenta del gran tiempo que los cocineros se la pasaban picando, cortando, rallando y mezclando en la cocina. Seguramente inspirado en la licuadora, que ya existía en esa época, ideó esta solución, un tazón amplio con una alargada y filuda cuchilla giratoria en la base y con un potente motor. Y como todo en la vida evoluciona, luego surgió el Robot-Coupé y el Magimix, tecnología francesa para los restaurantes. Diez años después, un jubilado llamado Carl Sontheimer, ingeniero del MIT y aficionado a la cocina, junto con su esposa Shirley se impresionan al ver un procesador de alimentos industrial en un restaurante en Francia, y se animan a diseñar un prototipo inspirado en el modelo francés, para lanzarlo exitosamente en la versión ¨Feria del Hogar¨ en Chicago (National Housewares Exposition) en 1973, orientado para las abnegadas amas de casa de esa época, bajo el nombre y marca Food Processor Cuisinart, se convirtió en un éxito rotundo y en los ¨asistentes de cocina¨ de las amas de casa.
Un procesador no es un juguete para la cocina, es más que eso. Es un artefacto, un poco costoso, pero que es una inversión para toda la vida, sino miren en las casas de sus mamás o abuelas, estoy segura de que muchas conservan su procesador aun funcionando.
Le doy mucha importancia al procesador, el ranking en mi cocina va en este orden:
- Refrigeradora (sin ella no puedes conservar los alimentos, sobre todo en verano)
- Cocina – Horno
- Licuadora
- Procesador de Alimentos
- Batidora
- Extractor de Jugos
- Y de ahí el resto (tostadora, microondas, tetera eléctrica, wafflera, etc).
Un día decidí ponerlo a prueba, preparar un queque, uno que su masa no necesite mucho del aire que obtienes cuando usas la batidora, por ejemplo, un chiffón (conocido como Angel Cake), tampoco puedes hacer merengue o chantilly en un procesador, pero si puedes:
- Hacer muchas masas, como un queque de plátano delicioso
- Masa para pizza
- Pan
- Pies
- Aderezos y aliños
- Pestos
- Hummus
- Harina de almedras, pecanas, avellanas, castañas, etc.
- Mantequilla de maní, almendras, cashews.
- Purés y papillas
- Dips para piqueos
- Picar o moler carnes.
- Rallar queso parmesano
- Moler granos y semillas
- Y la lista puede seguir…….
Y puedes preparar este delicioso Carrot Cake o Cake de Zanahoria, Naranja y Pecanas. No se preocupen si no tienes un Procesador, NO ES NECESARIO para preparar esta receta, se puede hacer perfectamente a mano, pero como les comenté más arriba, en el caso lo tuvieras, hace nuestra vida más fácil.
Este quequito es denso, húmedo, dulce, aromático y te deja feliz por muchas horas! Sin mencionar lo nutritivo que es, ideal para las loncheras de los niños, para llevar a casa de los amigos, para un desayuno o brunch o para dejarlo encima de la mesa de tu cocina y observar lo rápido que se termina!
Les dejo el video para que vean lo simple que es:
Si aun están dandole vueltas a ver si invierten o no en un procesador de alimentos, quizás este post les ayude a convencerse. Evalúen el costo-beneficio. La marca del mío es Cuisinart, yo me fui por el clásico, pero existen ahora en el mercado otras opciones muy buenas, como Oster, Kitchen Aid, etc.
Espero que les guste esta receta, y la preparen, tengan o no un procesador, y me cuenten que tal les quedó en los comentarios del blog o en el Facebook. Y si les gustó mucho esta receta, no dejen de compartirla con sus amigos, porque ya saben, que lo bueno, se comparte!
- 2 tazas de zanahoria rallada, de preferencia, orgánicas
- 200 gramos de mantequilla sin sal
- 1 ¼ taza de panela
- 2 huevos orgánicos
- Jugo de 1 naranja, de preferencia, orgánica
- Ralladura de naranja
- 1 taza de harina integral
- 1 taza de avena
- 1 cdta. de polvo de hornear
- 1 cdta. de bicarbonato
- 1 pizca de sal
- 1 taza de pecanas
- Pre calentar el horno y engrasar y enharinar el molde que vas a utilizar.
- Rallar las zanahorias. (También el procesador es bueno para rallarlas). Reservar.
- En el procesador, mezclar la mantequilla con la panela, mezclar hasta que esté muy bien integrado, agregar los huevos, y mezclar otra vez.
- Agregar las zanahorias, la ralladura de naranja y el jugo de naranja y mezclar por medio minuto.
- Agregar la harina integral, la avena, el polvo de hornear, el bicarbonato y la sal y mezclar nuevamente hasta que no se vea rastro de harina.
- Finalmente agregar las pecanas molidas y mezclar un poco más.
- Echar la masa en el molde y hornear por aproximadamente 45 minutos.
- En moldes de cupcakes demora aproximadamente 30 minutos en el horno.
- Cuando este completamente frío, se desmolda y está listo para comer y disfrutar!!