Cómo hacer albondigas de lentejas
Estoy segura que todos por acá comemos lentejas y también comemos quinua. Pero que tal si ¿juntamos a estos dos súper alimentos y los convertimos en unas riquísimas albóndigas?
Si tienes a algún despistados en casa (yo tengo uno ) es probable que hasta piense que está comiendo albóndigas de carne. El truco es que la masa de las albóndigas tengan una consistencia firme y un sabor tan rico como el de unas albóndigas tradicionales. Es por eso que he usado hierbitas y especies como romero, orégano, comino, pimienta roja (red pepper) y albahaca para tapar el sabor de ambos granos. Han quedado deliciosas. Y ya estoy pensando en las variaciones que voy a hacer, por ejemplo, usar poro en lugar de cebolla, hacerlas mini como para la lonchera, hacer hamburguesas o inclusive rellenarlas con otro queso.
Te cuento que esta no es una receta rápida, pero si tienes las lentejas cocidas del día anterior o la salsa de tomate congelada, es sólo cuestión de organizar los pasos y mezclar. Inclusive puedes dejar las albóndigas armadas hasta 2 días antes y freírlas o hacerlas al horno al momento.
Este plato resulta muy bueno también para las personas que llevan una dieta libre de gluten y para los que tienen un estilo de vida vegetariano.
No dejes de leer hasta el final de la receta todas las opciones y consejos que te doy. Estoy segura que te va a encantar esta receta y se convertirá en un favorito del menú de la semana, para variar el clásico lunes de lentejas.
Porque lo bueno, se comparte.
Paso a paso Albóndigas de lentejas
- 1/3 taza de quinua cruda, previamente lavada y escurrida
- 2/3 agua
- ½ taza de lentejas crudas, previamente lavadas
- 1 taza de agua
- 1 rama de romero
- 1 cebolla roja picada en cuadraditos pequeños
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- ½ taza avena molida
- 1 huevo
- 1 cucharadita de sal
- ½ cucharadita de pimienta
- ½ cucharadita de comino
- ½ cucharadita de orégano seco
- ½ taza de queso mozarella rallado
- Para la salsa
- 10 tomates, pelados y sin pepas
- 1 cucharadita de ajo molido
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada de pasta de tomate
- 2 cucharadas de panela o azúcar rubia
- ½ cucharadita de sal
- ½ cucharadita de orégano
- 1 pizca de pimienta roja (opcional)
- albahaca o perejil fresco para servir
- Licúa los tomates, pelados y sin pepas. Reserva. En una olla, a fuego medio, dora el ajo con el aceite de oliva, agrega la salsa de tomates licuados, la pasta de tomate, sal, orégano y chilli pepper, esperar a que la salsa hierva, bajar el fuego, agregar la panela y dejar cocinar, removiendo de vez en cuando, por 20 minutos. Rectificar la sal. Reservar.
- Para las albóndigas
- Coloca 1/3 de taza de quinua con 2/3 de taza de agua en una olla pequeña, esperar que el agua hierva, bajar el fuego al mínimo y tapar. Cocinar hasta que la quinua esté graneada, aproximadamente 20 minutos. Agregar más agua si es necesario, para evitar que se seque antes de la cocción. Reservar.
- En otra olla, coloca ½ taza de lentejas con 1 taza de agua y una rama de romero, esperar que el agua hierva, bajar el fuego al mínimo y tapar. Cocinar hasta que la lenteja esté cocida, aproximadamente 30 minutos. Agregar más agua si es necesario, para evitar que se seque antes de la cocción. Colar y reservar.
- Mientras que se cocina la quinua y las lentejas, en una sartén, echar 2 cucharadas de aceite de oliva y sudar la cebolla. Aderezar con sal y pimienta. Agregar agua para evitar que se seque el aderezo. Repetir este proceso por 15 minutos, hasta que la cebolla esté cocida y de color dorado.
- Moler la avena en una licuadora o procesador de alimentos, junto con las hojas de una rama de romero freso y una pizca de sal, hasta obtener una consistencia de harina. Reservar.
- En un tazón, combinar la quinua, la lenteja, las cebollas cocidas y el huevo, y llevar al procesador o licuadora. Procesar hasta que se forme una masa homogénea.
- Regresar al tazón y echar la avena molida. Amasar hasta que obtengas una mezcla ni muy húmeda ni muy seca y que se pueda moldear. Puedes agregar más harina de avena si lo crees conveniente.
- Formar un disco con ¼ de taza de masa, rellenar con un 1 cucharadita de queso mozarella y formar la albóndiga con ayuda de tus manos. Colocar la albóndiga sobre una superficie plana. Repetir este proceso hasta formar unas 8 a 10 albóndigas.
- Llevar las albóndigas a la refrigeradora por aproximadamente ½ hora, o 15 minutos al congelador.
- Retirar de la refrigeradora. Con ayuda de una brocha o con los dedos, untar las albóndigas con un poco de aceite de oliva para que se doren con un color uniforme.
- En una sartén a fuego medio, (puede ser la misma sartén en donde se cocinaron las cebollas), dorar las albóndigas, 3 minutos por lado. Cuando estén doradas, agregar la salsa de tomate, bajar el fuego al mínimo y dejar cocinar por 5 minutos.
- Espolvorear con albahaca fresca picada.
- Servir inmediatamente sobre arroz, puré o pasta.
- Otras opciones para reemplazar la avena son: pan molido, nueces tostadas y molidas, hojuelas de kiwicha o de quinua, panko.
- Si prefieres, no tienes que procesar la masa. Hacerlo ayuda a que obtengas una masa más pareja y las huellas de las lentejas y la quinua, desaparecen, pero no es necesario hacerlo.
- Se puede reemplazar el romero por tomillo.
- Puedes usar queso Edam, paria o queso freso en lugar de queso mozarella.
- En lugar de hacer albóndigas, puedes usar esa masa para hacer “hamburguesas” de lentejas.
- Acompaña estas albóndigas con una ensalada cítrica o un refresco de maracuyá, naranjada o limonada.
- Puedes usar cebolla roja o cebolla blanca.
- Puedes usar poro en el aderezo, en lugar de cebolla para darle un sabor más especial a las hamburguesas.
- Puedes hacerlas mini albóndigas para la lonchera.
- Se pueden cocinar en el horno, unos 25 minutos aproximadamente, sobre una lata con papel manteca o un molde engrasado.
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